Guía Nº2 Literatura Aborigen colombiana



ÁREA DE ESPAÑOL
GRADO OCTAVO
   DOCENTE: MARITZA LORENA SALDARRIAGA
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LITERATURA ABORIGEN COLOMBIANA

La imaginación creadora y la fina sensibilidad son dos de las principales características de la literatura viva aborigen. El indígena nos habla de un tiempo originario, donde los mitos y la realidad viven juntos. Pasado y presente se unen en esta literatura por medio de la imaginación.

YURUPARÍ: LA LEYENDA DEL VAUPÉS


http://images.google.com/images?q=tbn:85Vi_WGp7gsdyM:scales.free.fr/yurupari.JPGEn un principio había en la tierra dos personas: una se llamaba TUPANA (en guaraní significa santo); hacia el bien, no gustaba de cosas que no servían ni menos parrandas y fiestas profanas. El otro personaje era YURUPARÍ, (significa diablo en Guaraní), amigo de lo malo, juego, chicha, bailes y vivía  lejos de Tupana. Yuruparí arrastraba para si mucha gente. Contrariamente de Tupana quien tenía pocos seguidores; las fiestas de Yuruparí  hacían llevar al bando de la maldad a muchos secuaces.
Un día Tupana resolvió matar a Yuruparí por ser este quien tenía más gente en su bando. Se hicieron a una hoguera grandísima y allí quemaron al Yuruparí con quien habían tenido tantas dificultades y enemistades. Una vez hecho ceniza vinieron sus seguidores con gran tristeza y quedaron silenciosos ante semejante realidad, no pudieron encontrar un solo hueso todo él había sido hecho ceniza.
Pasaron muchos días, y en las cenizas retoño una palma llamada Pachuba (en lengua guaraní), y fue ella muy bonita por lo alta y recta. Vinieron al lugar mujeres y al mirar la palma hermosa, llamaron a los hombres para convenir con ellos tumbarla y formar con ella un instrumento que imitara la voz de Yuruparí. Este era el recuerdo viviente de Yuruparí, tres pedazos de palma fueron suficientes para formar el instrumento que imito perfectamente la voz de Yuruparí.
Desde entonces las mujeres fueron poseedoras del gran Yuruparí. Ellas lo tocaban cuando iban al baño en las mañanas; al oírse de lejos se decía que era Yuruparí que estaba vivo. Y era oficio de las mujeres traer pepas del monte para los hombres que hacían los oficios domésticos.
Con el correr de los años se aburrieron por ser ellos los llamados hacer los quehaceres del hogar. Además Yuruparí era hombre y las mujeres decían no estar con él. Una sola reunión fue suficiente para que los hombres acordaran únicamente el ir a la mañana siguiente a donde las mujeres acostumbradas al baño en el río, para quitarles el Yuruparí. Todos ellos armados con adavi (bejuco rodeado de fibra que venia a constituir un verdadero azote)  fueron hasta el lugar en donde se


encontraban las mujeres bañándose, y azotándolas con los adavi, las obligaron a entregar el Yuruparí al poder de los hombres.
Realizada la hazaña, se encaminaron al lugar donde se había quemado Yuruparí y encontraron con gran sorpresa de todos, una mata de yuca brava, y miraron y era maní (guarani) o maniba (portugués) que es el palo de la yuca. Lo arrancaron y vieron que era raíz de yuca e hicieron chicha como la que hacia Yuruparí cuando vivía; y probaron la chicha y les supo perfectamente bien. Descubrieron pues, que era preparada con caldo de maní, llamado manicuera, exactamente como la preparaba el mismo Yuruparí en vida. Esta manicuera era la misma sangre de Yuruparí, es decir que la chicha es sangre de Yuruparí, el cual se convirtió en yuca al ser quemado por Tupana.
En esta reunión los hombres determinaron: prohibido a las mujeres conocer y volver a ver a Yurupari, porque al verlo, al instante este las matara.  Los hombres niños de 12 años pueden conocer al Yurupari, bajo el siguiente requisito: someterse a una escuela de quince días en el monte, y bajo la dirección del payé, haciendo utensilios de casa (balayes, matafríos o chipichi, bancos, remos, etc). Durante estos días serán azotados de madrugada con su adavi. Los peyés los aconsejaran así: después de ver a Yurupari serán hombres perfectos y podrán casarse. Todas estas ceremonias las hacen los payés con humo de tabaco para que en los nuevos hombres todo quede en paz y tranquilidad. Hace el payé que sus instruidos comas ají para que se conserve la dentadura de ellos. Bajo pena de muerte no pueden descubrir a nadie el secreto del Yurupari.
Una vez terminada la escuela, irán a la casa y se presentarán al papá y a la mamá porque ya son hombres que conocen el Yuruparí, además pueden casarse por saber hacer de todos los instrumentos necesarios para la casa. Ese día se da un gran almuerzo al joven que llega y durante el mismo, entrega a sus padres los objetos que fabricó en la escuela.
Con la aventura que realizó el hombre de apoderarse del Yurupari, éste domina totalmente y la mujer trabaja no duramente no solo en la casa, sino también en la chagra (huerta).

BACHUÉ Y LA CREACIÓN DEL MUNDO



http://images.google.com.co/images?q=tbn:VgOYyNSHSCRRaM:latinoartcommunity.org/community/OnlineCom/ArtistDir/DavJoaBachue.jpgEntre estas sierras y cumbres (del pueblo de Iguaque, cerca de Tunja) se hace una laguna muy honda, de donde dicen los indios que poco a poco salió la luz, y criadas las demás cosas salió una mujer que llaman Bachué, y por otro nombre acomodado a las buenas obras que hizo Furachogua, que quiere decir mujer buena. 
Bachué sacó consigo de la mano un niño de entre las mismas aguas, de tres años, y bajaron ambos de la sierra hasta donde ahora es el pueblo de Iguaque, hicieron una casa donde vivieron hasta que el muchacho tuvo edad para casarse con ella.  El casamiento fue tan importante y la mujer tan prolífica y fecunda que de cada parto paría cuatro o seis hijos, con quienes se pobló la tierra.
Después de muchos años, estando la tierra llena de hombres, y los dos ya muy viejos, se volvieron al mismo pueblo y llamaron a quienes los acompañaban a la laguna de donde salieron, junto a la cual les hizo Bachué una plática exhortando a todos a la paz y la conservación entre sí.  Se despidió de ellos con singulares clamores y llantos de ambas partes.
Chibchacum, trató de castigarlos anegándoles las tierras, para lo cual trajo o crió de otras partes los ríos Sopó y Tibitó, con que crecieron tanto las aguas del valle que no dándose de menos, como dicen, la tierra del valle a contenerlas, se venía a anegar gran parte de ella, lo que no hacía antes que entraran en el valle los dos ríos, porque el agua de los demás se consumía en las labranzas y sementeras, sin tener necesidad de desagüe, fue tan lleno y universal este castigo, e iba creciendo cada día a

varas la inundación, que ya no tenían esperanza de remedio, ni de darlo a las necesidades que tenían de comidas, por no tener donde sembrarlas, y ser mucha la gente, por lo cual todo se determinó por mejor consejo de ir con la queja y pedir el remedio al dios Bochica, ofreciéndole en su templo clamores, sacrificios y ayunos, después de lo cual, una tarde, reverberando el sol en el aire se oyó un ruido contra esta sierra de Bogotá, se hizo un arco como suelen naturalmente, en cuya clave y capitel se apareció resplandeciente el demonio en figura de hombre, representando a Bochica con una vara de oro en la mano y llamando a voces desde allí a los caciques principales, a que acudieran con brevedad con todos sus vasalllos; les dijo desde lo alto: he oído vuestros ruegos, y condolido de ellos y de la razón que tenéis en las quejas que dáis de Chibchacum, me ha parecido venir a daros favor en reconocerme; me doy por satisfecho de lo bien que me servía, y a pagároslo en remediar la necesidad en que estáis, pues tanto toca a mi provincia y así aunque no os quitaré los dos ríos porque algún tiempo de sequedad los habréis menester, abriré una sierra por donde salgan las aguas, y queden libres vuestras tierras, y diciendo y haciendo arrojó la vara de oro hacia Tequendama y abrió aquellas peñas por donde ahora pasa el río; pero como era la vara delgada no hizo tanta abertura como era menester para las muchas aguas que se juntan en los inviernos, y así todavía rebalsa, pero al fin quedó la tierra libre para poder sembrar y tener el sustento; y ellos obligados a adorar y hacer sacrificios.    

                      


LEO Y OPINO:
I. INTERPRETACIÓN:
1. ¿Cuál es el argumento principal de la leyenda de Yuruparí?
2. ¿Quiénes eran las dos personas que en un principio habían en la tierra?
3. ¿Por qué Tupana decide matar a Yuruparí?
4. ¿Cómo hicieron los hombres para imitar la voz de Yuruparí?
5. ¿Cómo era el estilo de vida de Yuruparí y su gente?
6. ¿Cómo hicieron los hombres para recuperar el poder de mando frente a las mujeres?
7. Contrasta la personalidad de Yuruparí y Tupana (a partir de un cuadro comparativo). 
8. ¿Cuál es el argumento principal de la leyenda de Bachué?
9. ¿Cómo nació Bachué?
10. ¿Con quién se casó Bachué?



11. ¿Por qué Chibchacum castigo a los hombres y cómo lo hizo?
12. ¿Quién liberó a los hombres del castigo y cómo lo hizo?
13. Describe físicamente a Yuruparí, a Tupana, a Bachué y a Bochica, según la imagen mental que te hiciste de ellos al leer los textos.

II. ARGUMENTACIÓN:
1. Elabora un paralelo entre los dos textos (tema, personajes, lugar, tiempo).
2. Analiza y explica la actitud de Tupana al matar a Yuruparí.
3. Compara la leyenda de Bachué con la explicación que da la Biblia acerca del origen del mundo. ¿Cuál te parece más acertada? ¿Por qué?

III. PROPOSICIÓN:
1. Crea un texto en donde desde tu visión de mundo des una explicación con argumentos validos acerca de la creación del mundo (10 renglones).